¿Te sientes víctima?
Nuestra directora Susana García Gutiérrez nos explica acerca de este aspecto tan interesante en la gestión de conflictos.
¿Te sientes víctima? Es la pregunta que vas a hacerte.
El triángulo dramático es un juego psicológico identificado y definido por Eric Berne (creador del Análisis Transaccional).
Observa la figura del triángulo. En él existen tres posiciones o roles: perseguidor, víctima y salvador. Estas tres figuras muestran aspectos de comportamiento que tenemos en muchas de nuestras interacciones. Durante una interacción entre dos personas, cada una de ellas toma un rol al principio, de forma totalmente inconsciente. Es decir, se entra en este juego psicológico. Mientras interactúan rotan, cambiando de rol.
Es importante saber identificar cuál es nuestro rol primero, es decir, cuál es el posicionamiento habitual que tenemos, mucho más en casos de conflicto o desencuentro. Preguntarnos cosas como:
¿Cuántas veces me coloco en esa posición?
¿Qué ventajas obtengo por estar ahí?
¿Qué estoy dispuesto o dispuesta a hacer para cambiar esto?
Estos tres roles se definen principalmente así:
– La Víctima se caracteriza por estar anclada en la queja y el sufrimiento, existe un resentimiento, se deja llevar por ello, además siente habitualmente baja autoestima y culpa.
Frases típicas
Con todo lo que yo he hecho por él y así me lo paga
Yo he dado mi vida para que llegue donde está
Me he dedicado a mi familia, me lo debe
¿Sabes todo lo que sufrí mientras te criaba?
– El Salvador quiere ayudar a la víctima aunque, sin darse cuenta, toma una posición equivocada, centrado en la culpa y también desde la sensación de de estar por encima, de alguna forma se siente superior y por eso puede ayudar. Steiner estudia muy bien esta figura.
Frases típicas
Mi amor y mi entrega podrán cambiarle
Le haré el favor a ver si así puede mejorar
– Por último tenemos al Perseguidor cuyo movimiento está enraizado en la agresividad y busca satisfacer sus necesidades. Para ello necesita de una víctima para su juego.
Frases típicas
Más que frases es una actitud de enfado, rabia y expresiones para conseguir que el otro haga lo deseado.
Cuando se produce la comunicación entre ellos es establecida desde una situación de carencia, por tanto el resultado es un conflicto abierto. Tanto si en la interacción son dos personas como más, cada uno irá tomando papeles. Estos, durante la interrelación los intercambian, sin dar muchas veces con la solución, pasan de interpretar un personaje a otro, faltando una profunda toma de conciencia para ver las limitaciones de cada cual. ¿Cómo salir entonces de la situación? Saliendo del trigángulo, tomando conciencia de dónde se está y decidir abandonarlo. Eso significa, actuar de observador en vez de protagonista, descubrir el juego y dejar de jugar.
Cuando el juego comienza parece que sería “fácil” juzgar quién está en la posición de desventaja y en la opuesta. Nos han enseñado a entender que el perseguidor, al tener una cierta agresividad, es el enemigo a quebrar. En realidad, como humanos, somos más complejos que eso. Pues el cambio de roles se produce porque en cada uno de nosotros vive un poco de cada personaje. Es decir, el “malo” no lo es tanto, ni el “bueno” tampoco.
¿Cómo descubrir cuál es tu papel? Revisa las frases y actitudes, con un poco de objetividad y auto-crítica verás en qué lugar sueles situarte.
Desde la filosofía coaching creamos el contexto para que tú te des cuenta de dónde estás para ayudarte a encontrar dónde quieres estar en este tipo de situaciones. Ahí si podemos acompañarte en la búsqueda y cambio para dejar atrás comportamientos dañinos para ti, tu familia, tu escuela o tu aula.
Como la mejor forma de entenderlo es con un ejemplo te dejamos este vídeo con un caso entre padre, madre e hijo muy clarificador.